La ola de calor que lleva unas semanas arrasando a diversos puntos de Andalucía, tiene algunos efectos negativos sobre los humanos, tales como calambres, deshidratación, insolación o golpes de calor, un impacto que sufren sobre todo los más mayores o con patologías crónicas. Pero, ¿sabías que el calor también afecta negativamente en los coches?
El calor afecta negativamente al rendimiento del motor y éste pierde potencia, demás, aumenta el riesgo de averías. Por ejemplo, un tercio de los automóviles que acude al taller durante la época estival lo hace porque ha sufrido una avería en su sistema de aire acondicionado o de climatización, según datos del Grupo Red Europea de Garantías de Vehículos (REGV).
Por todo ello, es recomendable proteger el coche del sol y el calor. En esta entrada te contamos como hacerlo. ¡Atent@!
5 consejos para proteger tu coche de las altas temperaturas
1.Vigila la temperatura del motor.
Todos los vehículos cuentan con un indicador de temperatura que suele estar en el salpicadero, cerca del indicador de combustible. Debemos vigilar que la aguja del indicador nunca llegue a la zona roja si no se quiere quemar el motor. En el caso de que lo haga, una posible solución en caso de emergencia es poner la calefacción del coche a máxima potencia para liberar calor del motor y evitar un mal mayor.
2. Vigila el estado del aire acondicionado.
Si el sistema de refrigeración del coche no está en buen estado, el calor del verano puede hacer que el motor se recaliente mucho más y más rápido, aumentando a su vez el riesgo de averías. Para evitar romper estos sistemas, se recomienda evitar usarlos al máximo rendimiento, así como arranchar e iniciar la marcha con las ventanillas abiertas y conectar el aire cuando la temperatura del interior iguale la de fuera.
3. Revisa el estado y la presión de los neumáticos antes de hacer un viaje.
En verano los neumáticos se exponen a una temperatura mucho más elevada. Si la presión de las ruedas está demasiado baja, la banda de rodadura se calentará aún más, acortando su vida útil hasta un 15%. Durante esta época los neumáticos tienden a pincharse más o ha padecer otros problemas como consecuencia directa de las altas temperaturas del asfalto.
4. Ojo con los frenos.
Al frenar, las pastillas de freno rozan contra el disco, un hecho que genera calor, especialmente en esta época cuando las temperaturas son mayores, además de complicar su refrigeración. Todo esto conlleva que los frenos se sobrecalienten, el coche frene mucho menos y se acorte la vida del líquido de frenos. Para cuidar los frenos cuando se den altas temperaturas, se aconseja utilizar marchas más cortas para pisar menos los frenos y evitar la conducción agresiva.
5. Aparca en la sombra.
Aparcar en la sombra, especialmente las horas de más sol, nos evitará el momento terrible de abrir el coche y chocar con una estampida de aire ardiendo en la cara, además de quemarnos las manos del volante. Por lo que es también un remedio para aumentar nuestra seguridad. Se aconseja colocar un parasol en el parabrisas delantero y utilizar protectores para el volante. De esta forma además de protegernos a nosotros cuidaremos los plásticos interiores y las tapicerías, así como las pantallas de los coches más modernos.