Los neumáticos son el único contacto del vehículo con la calzada, haciendo agarre sobre la misma y posibilitando que el coche se desplace. Por ello, factores como el rozamiento y el agarre del neumático, así como la superficie que esté en contacto del neumático con la calzada, determinarán el consumo de combustible del vehículo.
Según se informa desde Seguridad Vial, el 71% de los conductores europeos circula con una presión inadecuada de los neumáticos, lo que provoca un gasto innecesario de combustible y mayores emisiones de CO2.
Si queremos ahorrar en el consumo de nuestro vehículo, uno de los factores que deberemos vigilar es la presión de inflado de las ruedas.
Cuando un neumático tiene una presión más baja de la adecuada, el inflado aumenta la resistencia a la rodadura y puede suponer hasta un 26% más de la fuerza total que puede ejercer un vehículo.
Por otra parte, la presión baja en los neumáticos tiene otros efectos negativos como una distancia de frenado más larga en mojado, menor resistencia al aquaplaning, malas reacciones del coche al maniobrar, riesgo de explosión durante la conducción, y un desgaste irregular y más rápido de los neumáticos.
Si la presión es la normal, el neumático cumple con su misión de una manera óptima, repartiendo el peso del vehículo por toda su rodadura. En este caso el consumo de combustible sería más óptimo.
En cambio, cuando el neumático tiene una presión demasiado alta de inflado, se limita la resistencia de rodadura y disminuye la superficie del neumático en contacto con la calzada. Por tanto, al haber menos agarre y resistencia a la marcha, el consumo de combustible disminuye, pero por otra parte puede ser peligroso al perder agarre a la calzada. Además, las presiones demasiado elevadas empeoran la adherencia y el confort de conducción, se produce un desgaste acelerado de los elementos de suspensión, mayor desgaste de la banda de rodadura y un aumento del riesgo de daños en los neumáticos.
Por motivos de ahorro, pero sobre todo de seguridad, es importante que antes de realizar cualquier cambio o ajuste en la presión de los neumáticos se lean las instrucciones del fabricante para cada tipo de vehículo. Y en caso de duda aconsejamos preguntar directamente a un taller especializado como Megataller Grúas Cecilio en Granada.
La presión de los neumáticos debe comprobarse cada dos semanas y antes de cada viaje más largo.
En algunos casos podemos encontrar la información sobre la presión de inflado más adecuada en el propio vehículo; en una pegatina en el canto de la puerta del conductor, en la tapa del tanque de combustible o en la guantera.
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