El pasado año la venta de coches de segunda mano se incrementó un 10% con respecto al año anterior. En total se produjeron casi 2.000.000 ventas de vehículos, con una proporción de ventas entre coches de ocasión y nuevos de 1,58. Es decir, por cada coche nuevo que se matricula, se vende 1,58 de segunda mano.
Si estás pensando en comprar un vehículo de ocasión, te damos algunas claves que debes tener en cuenta antes de hacerlo.
Comprar a un particular o a un taller
Muchos particulares venden sus vehículos de segunda mano en plataformas online o a través de medios más tradicionales. En estos casos la garantía será sólo de seis meses, y si se produce una avería, será el comprador el que deberá demostrar que ya existía antes de comprar el coche.
Si en cambio acudimos a un taller o empresa especializada en venta de vehículos de ocasión, la garantía mínima a la que nos exponemos es un año, y dos en el caso de coches de kilómetro 0 desde su fecha de matriculación.
Precio justo
Aunque el vendedor ofrezca el vehículo por un precio cerrado, es importante que calculemos que este sea el adecuado según ciertos criterios. Por ejemplo, hay que valorar la antigüedad, el kilometraje y su demanda. Para orientarnos podemos consultar el resto de ofertas de Internet o alguna de las guías que ofrecen algunas marcas.
Revisión pre-venta
Antes de comprar un coche sería conveniente realizar una reviisón completa por un mecánico profesional. De esta forma pueden descubrirse incluso problemas que desconocía el propio vendedor, por lo que es muy aconsejable tenerlo en cuenta. Además, esta revisión puede servir para conseguir una rebaja del precio inicial, dependiendo de los defectos que se encuentren y que requieran reparación.
Fallos exteriores
Aunque el exterior de un vehículo es uno de los elementos más tenidos en cuenta a la hora de su compra, en el caso de los coches de segunda mano debemos tener cuidado, ya que es el aspecto en el que más nos puede engañar el vendedor. Por ello, es aún más importante comprobar los fallos mecánicos.
Los vendedores más pillos tratarán de camuflar los golpes que haya tenido el coche. Pero algunos rastros son difíciles de camuflar. Asegúrate de que las juntas de la carrocería ajustan bien y que los elementos como el radiador o el alternador sean originales. En el caso de que no lo sean, pregunta porqué, puede que un mal golpe sea la explicación.
En cuanto a la pintura, las diferencias tonales pueden evidenciar que el coche ha sufrido un golpe y que al sustituir la pieza no se ha conseguido el mismo color. Pregunta el porqué de la sustitución.
Comprueba todos los papeles
La revisión de la documentación del vehículo también es esencial. Debemos estudiar el libro de mantenimiento del vehículo para comprobar que las revisiones oficiales están superadas, verificar que el propietario lo es pidiendo el permiso de circulación, la edad del coche y sus características con la ficha técnica y comprobar que el vendedor está al día respecto al pago del impuesto de matriculación. Por otra parte, el informe del vehículo de la DGT ofrece detalles como si se tiene algún tipo de embargo o multas pendientes.