Saber cómo comprobar el líquido de frenos y cuándo cambiarlo es fundamental para asegurar nuestra seguridad al volante y la del resto de conductores.
El líquido de frenos es junto a las pastillas de freno y los discos de freno, parte esencial del sistema de frenado de los vehículos, por lo que de su estado dependerá en gran medida que nuestro coche frene adecuadamente ante situaciones de riesgo.
Este líquido tiene la peculiaridad de funcionar a altas temperaturas, con un punto de ebullición muy alto. Pero si el líquido de frenos comienza a hervir, el vehículo pasaría a no tener frenos por las burbujas de vapor que se generarían dentro del circuito y que no podrían ser comprimidas. Además, otra de las características que tiene este líquido, y que también juega en su contra, es atrae y absorbe la humedad. Por esto, dado este aumento del porcentaje de líquido en los frenos a medida que pasa el tiempo, es recomendable reemplazarlo cada 2 años, o como máximo, cada 4. Por otra parte, este agua proveniente de la humedad contribuye a la corrosión de los conductos del líquido y puede empeorar el desgaste de los bombines del freno.
Lo malo, es que al contrario de los demás elementos del sistema de frenado, conocer las anomalías que puede estar sufriendo el líquido de frenos resulta más complejo que reconocer defectos en discos, pinzas, zapatas de freno.
¿Cómo nos avisa nuestro vehículo de que hay algún problema en el circuito de freno?
Reparar los frenos es una tarea que siempre deberá corresponder a nuestro mecánico. Sin embargo, nosotros como conductores debemos estar atentos a cualquier anomalía que pueda sufrir el coche. En el caso de los frenos estaremos atentos a los siguientes síntomas:
-Chirridos al pisar el pedal. Cuando escuchamos ruidos anómalos al pisar el pedal del freno, lo más seguro es que las pastillas de freno estén desgastadas y los avisadores de las pastillas choquen contra los discos.
-El vehículo se va hacia un lado. Esto puede ocurrir porque existe un fallo en el rapartidor de frenada o algunos elementos no se desgastan por igual. Si el tacto es esponjoso o se da un exceso en el recorrido del pedal puede deberse a que el circuito hidráulico puede no ser estanco, tener pérdida de líquido por los latiguillos o burbujas de aire.
Cómo comprobar el líquido de frenos
Para conocer el estado del líquido de frenos se realiza un test del punto de ebullución del fluido que discurre por el circuito de frenos. Para realizarlo se toma un poco de líquido del depósito del cilindro de freno principal y se pasa por el analizador. Otra alternativa es utilizar un stick en forma de semáforo, que indicará el estado dependiendo de si se pone verde o rojo, en este último caso significará que es necesario cambiar el líquido cuanto antes.
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